sábado, 27 de septiembre de 2025

RESEÑA DEL DVD "TELÉFONO MORTAL" DE RESEARCH ENTERTAINMENT





RESEÑA DEL DVD "TELÉFONO MORTAL" DE RESEARCH ENTERTAINMENT

Teléfono mortal (Dial: Help, 1988) es una de esas joyas peculiares que solo podían salir de la mano de Ruggero Deodato, un director siempre asociado al cine extremo y a los límites entre lo perturbador y lo fascinante. Deodato alcanzó la fama con Holocausto caníbal (1980), una película que marcó un antes y un después en el cine de explotación, convertida en icono del “found footage” mucho antes de que ese término existiera. Pero su carrera fue mucho más amplia.

Ruggero Deodato (1944–2022) fue un director versatil que se movió con soltura entre géneros populares, del peplum a la comedia, del poliziesco al terror extremo. Comenzó en los años 60 con películas ligeras y de aventuras como Ursus: El terror de los kirguises (1964) o Gungala, la pantera nuda (1968), firmada con pseudónimo, para luego experimentar en la comedia erótica (Chicas, golpes… y la mili, 1968) y el cine de aventuras (Zenabel, 1969).

En los 70 encontró su sitio en el cine de género italiano, dirigiendo el giallo-erótico Oleada de placer (1975) y el poliziesco Brigada anticrimen (1976). Pero su nombre quedaría marcado en la historia del cine con las “cannibal movies”: Mundo caníbal, mundo salvaje (1977) y, sobre todo, Holocausto caníbal (1980), una de las películas más polémicas de todos los tiempos, que lo llevó a los tribunales acusado de obscenidad y de haber filmado muertes reales. La combinación de falso documental, violencia extrema y crítica a los medios convirtió el filme en un clásico maldito. Ese mismo año dirigió también Trampa para un violador (1980), confirmando su interés por el suspense brutal.

En los 80 se volcó en el cine de aventuras y fantasía, buscando llegar a públicos más amplios: Los invasores del abismo (1983), Infierno en el Amazonas (1984), Los bárbaros (1987) o Bestia asesina (1987). En este periodo estrenó también el híbrido de terror y erotismo Teléfono mortal (1988), muestra de la deriva más excéntrica del cine italiano de género en su decadencia.

Con el declive del cine popular italiano, Deodato se trasladó a la televisión, donde trabajó de manera estable durante los 80 y 90 en series como Océano (1989), I ragazzi del muretto (1991–1993), Noi siamo angeli (1997) o Sotto il cielo dell’Africa (1999). También dirigió telefilmes como Mamma ci penso io (1992) y Padre Speranza (2002), a menudo con figuras icónicas como Bud Spencer.

En sus últimos años, alternó colaboraciones internacionales y antologías, como el segmento Bridge de The Profane Exhibit (2013), además de cortos como Io e mia figlia (2014). Aunque nunca volvió a alcanzar la notoriedad de los 70–80, siguió siendo invitado a festivales, donde era celebrado como figura de culto del terror italiano.

Dentro de ese contexto, Teléfono mortal es una rareza exquisita. Protagonizada por la actriz británica Charlotte Lewis, conocida por su mezcla de inocencia y sensualidad, la película aprovecha su presencia para jugar con una trama que entrelaza el terror sobrenatural con un erotismo latente, casi febril. El argumento, en apariencia simple ,un teléfono maldito que se convierte en vehículo de muertes inexplicables, se convierte en manos de Deodato en un viaje cargado de tensión erótica, imágenes sugestivas y atmósferas tan delirantes como inquietantes. El teléfono se transforma en metáfora de un deseo eléctrico, de un poder invisible que conecta vida y muerte, sexo y violencia.

La historia se centra en Jenny Cooper (Charlotte Lewis), modelo británica en Roma, que tras marcar un número equivocado queda atrapada en una serie de llamadas perturbadoras que derivan en muertes inexplicables: teléfonos que estrangulan, cabinas que disparan monedas como balas, aparatos que se convierten en conductos de energías malignas. 

La película, además, cuenta con un valor añadido: la banda sonora de Claudio Simonetti, leyenda de la música de terror y miembro fundamental de Goblin, el grupo que colaboró estrechamente con Dario Argento en clásicos como Suspiria o Rojo Oscuro. Simonetti aporta a Teléfono mortal un tapiz sonoro inconfundible, mezcla de sintetizadores ochenteros y pulsaciones inquietantes, que elevan la experiencia sensorial y refuerzan esa dualidad entre lo seductor y lo macabro. Su música no solo acompaña, sino que crea un estado de ánimo, una tensión constante que convierte cada escena en un espectáculo de sugestión hipnótica.Canciones como Baby, Don’t Answer the Telephone resumen el espíritu camp de la propuesta. A nivel visual, la dirección de fotografía de Renato Tafuri aporta una estética marcada por luces de neón, azules y rojos intensos, y un uso del espacio urbano nocturno que conecta la película con los códigos del videoclip y la moda de finales de los ochenta.

Teléfono mortal utiliza el teléfono como metáfora del deseo y el miedo, mostrando cómo un objeto diseñado para conectar puede convertirse en un canal de acoso y placer perverso. La película mezcla tecnología, erotismo y amenaza, con la iconografía de Charlotte Lewis reforzando la tensión entre lo sexual y lo sobrenatural. Desde la perspectiva del terror tecnológico, la película prefigura inquietudes que más tarde se desarrollarían en títulos como Ringu (1998), Pulse (2001) o Llamada perdida (2003), mostrando cómo la comunicación a través de dispositivos puede convertirse en un vehículo de lo siniestro.

Desde la perspectiva del género giallo, Teléfono mortal revela la transición estética de la época. Frente a los colores y estilismos exuberantes de los años setenta, aquí predomina una moda más sobria y cercana al minimalismo noventero: tonos neutros, trajes con hombreras discretas, lycra ajustada y un vestuario que sitúa a Jenny como modelo profesional pero menos idealizada que las musas del giallo clásico. Esta contención estética, puede considerarse una carencia o bien puede leerse también como signo de un nuevo realismo urbano que buscaba alejarse de lo barroco para aproximarse a un espectador más familiarizado con los códigos de la televisión y la publicidad.

El film sirve de claro ejemplo del declive del giallo en los años ochenta y de los intentos del cine italiano por dialogar con la cultura pop y las ansiedades tecnológicas de la época.Son duda es un testimonio de la mutación del terror europeo en los ochenta, del tránsito entre el giallo clásico y el horror tecnológico, y de cómo la obra de un director célebre por su crudeza buscó un lugar en un mercado saturado recurriendo a la hibridación, el exceso y lo insólito. 

En definitiva, Teléfono mortal es un claro ejemplo de cómo el cine de género italiano de los ochenta jugaba con fronteras difusas entre el terror puro y el erotismo, proponiendo al espectador no solo miedo, sino también fascinación y deseo con el fin de sobrevivir en un mercado globalizado. Una obra que, sin ser tan reconocida como otras de Deodato, condensa muchos de sus intereses artísticos: lo prohibido, lo morboso y lo perturbador como motor narrativo.

                                               

Teléfono Mortal [DVD] (1988) Minaccia d'amore (Dial: Help)

Charlotte Lewis (Actor), Marcello Modugno (Actor), Ruggero Deodato (Director) 

Una psíquica se ve atrapada por la energía de una operadora de teléfonos fallecida. Sus amigos comienzan a morir de manera misteriosa y un investigador se propone encontrar las causas de muerte.

Detalles del producto

Relación de aspecto ‏ : ‎ 1.66:1

Clasificado ‏ : ‎ No recomendada para menores de 18 aٌos

Dimensiones del paquete ‏ : ‎ 19,1 x 13,6 x 1,4 cm; 70 g

Director ‏ : ‎ Ruggero Deodato

Formato multimedia ‏ : ‎ DVD

Tiempo de ejecuciَn ‏ : ‎ 1 hora y 23 minutos

Fecha de lanzamiento ‏ : ‎ 29 abril 2025

Actores ‏ : ‎ Carlo Monni, Charlotte Lewis, Marcello Modugno, Mattia Sbragia, Victor Cavallo

Estudio ‏ : ‎ Research

ASIN ‏ : ‎ B0F3JW7FYF

Pais de origen ‏ : ‎ Espaٌña






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